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¿Cómo evitar los daños provocados por fugas de agua?

29/07/2020

Un mantenimiento correcto del hogar es la mejor manera de prevenir la aparición de fugas de agua y de los desperfectos causados por éstas, que pueden llegar a ser muy difíciles de tratar.

El estado de alarma como medida para hacer frente a la pandemia nos ha llevado a estar más tiempo en el hogar, lo que ha provocado que aumente nuestro consumo de suministros.

El consumo eléctrico en las viviendas, por ejemplo, se elevó en torno a un 28% durante el confinamiento, según un sondeo realizado por OCU. En cuanto al gasto de agua, el estudio llevado a cabo por el madrileño Canal de Isabel II extrae conclusiones tan significativas como que el consumo en los grifos aumentó hasta un 14%; el de las cisternas, un 6%; y el de los lavavajillas, un 19%.

Con un mayor uso de los suministros, también aumentan las posibilidades de sufrir accidentes. Uno de los más frecuentes, sobre todo en viviendas con sistemas de tuberías antiguos, se da a causa de las fugas de agua, que, si no se controlan a tiempo, pueden derivar en males mayores como estancamientos de agua, humedades en las paredes e inundaciones. Estos problemas, además de ser molestos y pesados, pueden requerir mucho tiempo y recursos para solucionarse. Por eso, es importante detectar cuanto antes estos escapes para evitar que la avería vaya a más.

Consejos para evitar las fugas de agua


No todas las fugas se pueden prevenir, pero muchas de ellas se deben a descuidos que perjudican las tuberías del hogar. Tal y como comenta Elvira Barba, Directora de Siniestros de Sabadell Seguros Generales, es recomendable seguir estos consejos para disminuir el riesgo de tener un escape y evitar así otros posibles daños derivados:

  • Colocar tapones de rejilla en el fregadero, pica y desagües. Elementos tan comunes como el pelo, los restos de comida o la espuma de jabón pueden convertirse en obstáculos para el paso del agua por las tuberías, lo que derivará en aumentos de presión de ésta que pueden provocar perforaciones en los conductos. Los tapones de rejilla actuarán como filtro evitando la entrada de gran parte de los elementos sólidos.
  • Evitar tirar grasa y verter productos químicos por las cañerías. La mejor opción para limpiar con regularidad los desagües de la casa es echando agua hirviendo cada dos semanas para deshacer toda la grasa que se pueda haber acumulado en las tuberías. 
  • Cerrar la llave general de paso de agua si la casa va a estar vacía durante un período. En el caso de que alguna de las tuberías del hogar esté dañada, de este modo se evita una fuga imposible de identificar que puede acabar provocando una inundación capaz de afectar incluso a viviendas vecinas.
  • No utilizar dispositivos que consuman agua si no se va a estar en casa. Es recomendable limitar el uso de aparatos como la lavadora o el lavavajillas a cuando se esté en la vivienda para poder ver y solucionar de inmediato cualquier fuga.
  • Revisar las instalaciones. Si las tuberías de la vivienda son antiguas, la probabilidad de sufrir una fuga de agua es más elevada. En este caso, sería recomendable proceder al cambio de las instalaciones como método preventivo.
  • Limpiar el tubo sifónico cada seis meses. Si se dispone de este pequeño depósito que conecta la ducha, el lavabo y el bidé para dar paso al desagüe principal, limpiarlo de manera regular evitará atascos en el cuarto de baño. Para hacerlo, simplemente hay que quitar la tapa del depósito y retirar todo lo sólido que se encuentre dentro de éste.
  • Revisar el estado de los bordes de la bañera y de la ducha. Comprobar que las juntas están bien selladas es clave. Si no lo están, se pueden volver a rellenar con juntas impermeables y después sellar el plato de ducha o bañera con silicona. Así se evitará que haya una filtración de agua innecesaria y que se produzcan daños en las paredes y techos de la vivienda e incluso en otras zonas del edificio.
  • Llamar a un experto para que haga una revisión de la caldera periódicamente. Es importante comprobar su correcto funcionamiento anualmente. Ahorraremos en pérdidas de agua y sustos innecesarios.
  • Purgar los radiadores antes de empezar a usar la calefacción en invierno. Haciéndolo anualmente se evitará que haya inundaciones en la propia casa y la de los vecinos, aparte de mejorar el rendimiento del sistema de calefacción de la vivienda.
  • Pedir ayuda a un profesional de la fontanería ante cualquier accidente. Todos estos consejos de prevención pueden ser de ayuda, pero no hay que arriesgarse e intentar hacer una reparación si no se tienen ni el conocimiento ni las herramientas, ya que la situación podría terminar provocando daños todavía mayores.
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