El paso de una movilidad contaminante a una sostenible es una de las palancas clave de los fondos europeos. Aunque España se encuentra a la cola europea en la apuesta por el vehículo eléctrico, el momento actual presenta una gran oportunidad para revertir esta tendencia.
El Fondo Europeo Next Generation EU ya es una realidad. España ha recibido los primeros 9.000 millones de euros de este paquete de ayudas europeas. Las comunidades autónomas esperan obtener 10.500 millones de euros a lo largo de este año. “Estamos ante un importante reto: los fondos comienzan a funcionar y a ser distribuidos”, señala Carmen Urraca, directora de Fondos Europeos de Banco Sabadell, en el webinar ‘Fondos Next Generation EU y movilidad sostenible. ¿Cómo pueden beneficiarse autónomos y empresas?’, organizado a través de HUB Empresa de Banco Sabadell.
El Fondo Europeo Next Generation EU tiene como objetivo impulsar la recuperación económica de los 27 Estados miembros, pero también fomentar la transición ecológica y la digitalización de sus empresas y sociedades. De hecho, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) español destina el 70% de las inversiones nacionales a proyectos con fines ‘verdes’ o digitales. Concretamente, dedicará el 40% de los 69.500 millones de euros que le corresponden a fondo perdido a llevar a cabo medidas medioambientales y el 28% a consumar la digitalización. La mayor parte de esta cuantía llegará a España en los próximos dos años y se destinará a los proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica de colaboración público- privada (PERTE).
El primer PERTE aprobado por el Gobierno tiene como epicentro el impulso de la movilidad sostenible. Con una cuantía inicial de 24.000 millones de euros, de la cual 4.300 millones de euros corresponden a la inversión pública, pretende promover tanto el desarrollo y la fabricación del vehículo eléctrico y conectado como su demanda. Está previsto que a lo largo de los próximos meses, el Ejecutivo dé luz verde a otro proyecto de sostenibilidad centrado en la cadena agroalimentaria y a otros dos más sobre el sector aeroespacial y el de la medicina personalizada.
Durante las últimas semanas también se han producido avances en la puesta en marcha de nuevas convocatorias y subvenciones. En septiembre se lanzó una subvención por valor de 1.000 millones de euros que tiene por objetivo impulsar el desarrollo de las zonas con bajas emisiones contaminantes y de los medios de transporte urbanos más sostenibles. Pueden optar a ella todos los municipios que cuenten con más de 50.000 habitantes. También está vigente el programa para la investigación y el desarrollo de la inteligencia artificial (IA), con un presupuesto de 105 millones de euros.
A la cola europea en la apuesta por el vehículo eléctrico
“El automóvil se encuentra en el mayor proceso de transformación de sus más de 100 años de historia”, afirma Manuel Díaz Delgado, socio responsable del sector de Automoción de PwC España. La movilidad verde es una de las arterias clave de la recuperación económica en la Unión Europea (UE) y una de las medidas más importantes en los planes para convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro para 2050. Los planes de la Comisión Europea son restringir en 2035 la venta de coches que emitan dióxido de carbono.
Como en muchos sectores, la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 asestó un duro golpe a la industria automovilística. Las matriculaciones de vehículos nuevos cayeron en 2020 más de un 30%. Aunque la vuelta progresiva a la normalidad y la recuperación económica ya muestran síntomas de mejora. El mes de agosto cerró con un aumento generalizado del 12% de las ventas, de las cuales el 32% corresponde a vehículos alternativos (eléctricos, híbridos, gas e híbridos no enchufables). “La tasa de penetración del vehículo puramente eléctrico es todavía muy pequeña”, apuntó Díaz Delgado, quien advierte de que en este ámbito España se encuentra a la cola de los países europeos, solo por detrás de Hungría y Chequia. “El hecho de que estemos a la cola puede ser una ventaja”, afirma Ricard Castells, director comercial Renting Auto de Banco Sabadell, que llama a fijarse en la experiencia de países que se encuentran a la cabeza como es el caso de Noruega para no repetir sus errores.
Las infraestructuras de recarga constituyen otra de las asignaturas pendientes del país. España cuenta con unos 12.000 puestos de recarga. El 85% son, además, de muy baja capacidad dando lugar a tiempos muy elevados de recarga, de entre tres y 20 horas. Los puestos de recarga ultra rápida se reducen a 66. “Todo ello limita el uso del vehículo eléctrico”, señala Díaz Delgado. La oferta limitada o los precios poco competitivos son algunas de las causas de esta tendencia, que podría tener los días contados debido a las fuertes inversiones público- privadas en el sector. El Plan MOVES III, aprobado ya en todas las comunidades autónomas excepto en Cantabria, La Rioja y Extremadura, prevé destinar ayudas directas que van desde los 2.000 euros hasta los 9.000 euros para la compra de vehículos no contaminantes. “Probablemente a mitad de esta década encontremos coches eléctricos con autonomías razonables en entornos urbanos por debajo de los 20.000 euros”, pronostica el socio responsable del sector Automoción de PwC España.
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Retos y oportunidades para la transición ‘verde’
“La principal barrera es la incertidumbre sobre los mercados sostenibles”, afirma Castells, que también apunta a unos modelos actuales con autonomías muy bajas que difícilmente superan los 100 kilómetros. El Fondo Europeo Next Generation EU tiene como objetivo llenar estos vacíos de infraestructuras y de competitividad hacia una realidad imparable como es la apuesta por dar el paso de la movilidad combustible a la sostenible. “Es un buen momento para aprovechar los fondos europeos para que el precio no sea una barrera hacia la movilidad sostenible”, agrega.
Algunas de las ventajas que refleja el momento actual es la mayor concienciación social por la lucha contra el cambio climático, el aumento de financiación de las ayudas públicas a vehículos no contaminantes o el ahorro que supone la energía frente al carburante fósil. Una de las tendencias que cobran más fuerza para el futuro es la apuesta por el renting, un servicio de movilidad sostenible que cuenta con todos los servicios incluidos y cuyo pago está condicionado al uso. “El renting puede ser la gran palanca y la solución que brinda el Fondo Europeo Next Generation EU”, concluye Castells.
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