El 97% de los hogares españoles tiene contratado, al menos, un seguro. Entre los motivos que explican esta fuerte penetración se encuentra el hecho de que, hoy en día, hay pólizas que cubren casi cualquier tipo de circunstancias y de accidentes. Tanto es así que los seguros resuelven al año más de 140 millones de imprevistos, lo que se traduce en un desembolso de casi 50.000 millones de euros, según el informe ‘Estamos Seguros’, elaborado por la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa).
Y es que, la función de los seguros es estar presentes cuando se produce algún percance, para aportar el servicio necesario que ayude a repararlo o para indemnizar por los daños sufridos. “Están acompañando la tranquilidad de las personas en todo momento y dan confianza en el desarrollo de muchas actividades”, apunta María José Menéndez, socia directora del departamento de derecho mercantil y de seguros de Ashurst España, en el Podcast de Banco Sabadell.
Las aseguradoras se anticipan a los riesgos para cubrir las necesidades
Se puede decir que, si no hay riesgo, no hay seguro. Y, de alguna manera, contratar una póliza es hacer colectivo ese riesgo. “El seguro se basa en que muchas personas pagamos una prima pequeñita para que a aquellos a los que se les materializa el riesgo no tengan que costearlo de su propio bolsillo”, explica Menéndez. Esto se denomina mutualizar el riesgo y se basa en un cálculo de probabilidades de cuántos casos de siniestros se van a producir en el colectivo que se está asegurando.
Un ejemplo de ello radica en las más de 60.000 familias que, cada año, sufren la pérdida de un ser querido y que, gracias al seguro de vida, equilibran su situación económica. De ese total, alrededor de 4.700 son familias que no se ven sometidas al riesgo de dejar deudas debido a que tienen una hipoteca gracias al tener contratada ese tipo de póliza, según recoge el informe de la Unespa.
En este sentido, el papel de las aseguradoras radica en anticiparse a los riesgos para poder ofrecer productos según las necesidades de los ciudadanos y de las empresas. Y eso ocurre en escenarios tan imprevistos como el generado por la pandemia de la COVID-19, el cual ha dejado un fuerte impacto económico y social. Por ello, “ese es su gran valor, anticiparse mediante una actuación concertada y estructurada con los gobiernos y agudizar el ingenio para que, si no es posible cubrir todo, mucho sea asegurable”, añade la experta de Ashurst España. En esa línea, las compañías van desarrollando productos a medida cuando observan que hay necesidad de dar coberturas concretas, por lo que la tendencia es que los seguros se vayan especializando cada vez más.
Los seguros de salud baten récord en 2020
2020 ha sido un año marcado por la crisis sanitaria de la COVID-19. Esto ha implicado que la población tome mayor conciencia por los aspectos relacionados con el bienestar. Y en este sentido, los seguros de salud han marcado récord. En concreto, el número total de asegurados se situó en 11.056.850, lo que supone 469.750 asegurados más que en 2019, un incremento que también constituye un dato histórico, ya que nunca se había dado un crecimiento tan elevado, según datos de la Unespa.
“Los seguros de salud son unos de los que más visibilidad han adquirido debido a la pandemia. En parte, también, porque muchas veces son las propias compañías las que los incluyen entre los beneficios sociales que ofrecen a sus trabajadores”, apunta Menéndez. Y así lo demuestran los datos, ya que un 27% de los españoles mostró interés en contratarlos durante el pasado año, según una encuesta de Bain & Company.
De esta manera, el porcentaje de población asegurada en este campo se sitúa en el 23,4%, una cifra que no ha dejado de crecer en la última década. El negocio también ha logrado datos de facturación positivos, ya que, por primera vez, superó la barrera de los 9.000 millones de euros en 2020, lo que supone un incremento del 5,1% con respecto al año anterior.
La importancia de las aseguradoras en la economía del país
Aunque parezca menos evidente, las compañías de seguros se posicionan también como inversores institucionales de primer nivel, por lo que juegan un papel relevante en la economía del país. “Las aseguradoras deben conservar en unas reservas las primas de sus clientes que, a su vez, han de invertir para que en todo momento cuenten con los recursos necesarios para hacer frente a los siniestros que se produzcan”, explica la profesional de Ashurst España. “Esas reservas se invierten de manera profesional y revierten en la construcción de infraestructuras, por ejemplo, por lo que se convierten en un motor muy importante en la actividad inversora”.
El total de la inversión en deuda pública del seguro europeo superó los 2,2 billones de euros a cierre de 2019, según datos de la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (EIOPA, por sus siglas en inglés) recogidos por la Unespa. Casi un tercio de estas inversiones está invertido por aseguradores franceses, que son los que mayor cuota de inversión tienen. En quinto lugar se sitúa el seguro español, que realiza el 6,4% de las inversiones de deuda pública. Además, España es también uno de los Estados miembros en los que la inversión del seguro europeo es más relevante, ya que las inversiones aseguradoras europeas suponen en su conjunto un 20% del producto interior bruto (PIB) español, siendo el quinto nivel más alto del continente.
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